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LA POESÍA DEL MES

   LA POESÍA DEL MES

 

          En esta ocasión es el compañero Antonio Calero quien se

asoma a esta sección enviándonos dos poemas de César Vallejo.

Animaos y participad todos. 

 

 

LA POESÍA DEL MES

 

XXI

 

Masa

Al final de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: "No mueras, te amo tanto!"

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

Se le acercaron dos y repitiéronle:

"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"

Pero el cadáver "ay" siguió muriendo.

 

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,

clamando: "Tanto amor, y no poder nada contra la muerte¡"

Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo.

 

Le rodearon millones de individuos,

con un ruego común: ¡Quédate hermano!"

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

Entonces, todos los hombres de la tierra

le rodearon; les vió el cadáver triste, emocionado;

incorporóse lentamente,

abrazó al primer hombre; echóse a andar…….

                                                                                             10 de noviembre de 1937

 

XIV

 

¡Cuídate, España, de tu propia España!

¡Cuídate de la hoz sin el martillo,

cuídate del martillo sin la hoz!

¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,

del verdugo a pesar suyo!

¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,

negárate tres veces!

Y del que te negó, después, tres veces!

¡Cuídate de las calaveras sin las tibias, 

y de las tibias sin las calaveras!.

 

                                                                                                   César Vallejo

                                                                                                                                            

                                                                                                                   


 

 

 

 

César Vallejo


César Vallejo nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. En 1918

publica su primer libro de poemas: Los heraldos negros. En 1920 es

acusado injustamente y encarcelado durante 112 días. En 1922

publica Trilce; un año después, publica algunas prosas y viaja a

París.


En 1928 viaja a la Unión Soviética y a su regreso a París rompe con

el APRA. En 1929 regresa a la Unión Soviética y un año después

viaja a España. Regresa a París pero es expulsado por razones

políticas; se traslada entonces a España de nuevo.


En 1931 publica su novela Tugsteno. Viaja de nuevo a la Unión

Soviética y se inscribe en el Partido Comunista de España. En 1932

regresa a París y vive en la ilegalidad. En 1937 asiste al Congreso de

Escritores Antifascistas en Madrid.


Murió en Paris, un día del cual tenía ya el recuerdo, en 1938. En

1939 se editan, de manera póstuma, los Poemas humanos.